domingo, 21 de febrero de 2010

La Bicicleta 35 y 41

Estos dos números de La Bicicleta no los había podido compartir porque uno se me había perdido y al otro le faltaban algunas páginas. Afortunadamente a comienzos de enero de este año un visitante del blog cuyas iniciales son JF (no se me ocurrió preguntarle su nombre), se dio el trabajo de escanear los dos ejemplares y enviármelos. Yo los edité y quedaron con una muy buena calidad. De hecho, como algunos sabrán, dejé medio botado este blog de La Bicicleta debido a que le di prioridad a mi blog de Mampato, pues quería poder terminar de digitalizar toda la colección. Esa meta se cumplió hace un par de días, razón por la cual retomo ahora mi abandonado blog de La Bicicleta para poder cumplir también con el objetivo de tener toda la colección en su formato digital. Además, creo que resulta significativo el poder darle continuidad a este proyecto ahora que con Sebastián Piñera vuelve parte de la derecha pinochetista al gobierno. Sabemos que esta vez quienes crecimos bajo dictadura, no tenemos ya ni La Bicicleta, ni Apsi, ni Análisis, ni Hoy, ni La Época, ni el Fortín Mapocho, ni ninguno de aquellos medios que sirvieron para mantener la llama de la esperanza. Por esa razón, creo que el poder recordar y recuperar esta noble revista nos servirá de consuelo ante la falta de referentes semejantes hoy en día.

Pero vamos a lo que nos convoca. La Bicicleta 35 fue publicada en junio de 1983 y viene, como pueden apreciar en su portada, con un cancionero de Inti Illiminai. Claro, en una época en que a nadie se le hubiese ocurrido disputarse en los tribunales la marca "Inti Illimani". Cuando pienso en eso y en la pelea de los Quilapayún por un asunto semejante, me queda la impresión de que la derrota del 73 no fue sólo una derrota militar o política. Fue también una derrota moral y sus efectos los vemos en cuestiones como éstas. Es una pena. Sé que los que se pelean ambas "marcas" (así se referían a esto los argumentos de los abogados litigantes) tienen muy buenas razones para hacerlo. Pero no me deja de provocar una cierta amargura el que haya ocurrido de ese modo. En fin. Es parte de los tiempos que vivimos. Pero prefiero recordarlos como lo que fueron.

Además del cancionero, viene un largo artículo de un budista zen llamado D.T. Suzuki. Corresponde a una charla que este personaje dio quién sabe dónde y que fue transcrita por Eduardo Yentzen. Éste señala que la particularidad de este señor Suzuki es que habla sobre Oriente como oriental y que no serían muchos los que hacen eso. Yo ya he señalado varias veces que me declaro francamente ignorante y escéptico de estas ondas espirituales venidas de Oriente y de Occidente pero entiendo que muchos vean en ellas una vía para transformarse y transformar.

Del resto de la revista, rescato una entrevista a Jorge Luis Borges y una selección d epoemas de Catalina Rojas y Alejandro jara, además de los de un poeta anónimo que ganó un premio de poesía en Managua en ese mismo año.

Por su parte, La Bicicleta 41 apareció en el mes de diciembre de 1983 y en su cancionero y entrevista respectiva vienen dos célebres cantautores chilenos: Julio Zegers y Eduardo Gatti. El primero, todos sabemos que fue ganador del Festival de Viña en dos oportunidades, que fue considerado medio hippie y que no se dedicó a una carrera artística sino que a la publicidad. Hay que reconcoer que sus canciones eran harto hippies, jajaja.

En el caso de Gatti, en los años ochenta vivió un apogeo de su carrera como solista. Recuerdo alguna de sus entrevistas en las que señalaba como uno de sus grandes logros el haber podido llegar a vivir de la música. Desconozco cuánto duró eso pero tengo claro que hoy la situación es muy diferente. El otro día le leía unas declaraciones a propósito de la ley de propiedad intelectual y me pareció que es de los duros en cuanto a la defensa del derecho de propiedad. También le leí unas declaraciones en el The Clinic sobre la elección presidencial y aunque no quiso decir por quién votaría, me tincó que lo haría por Piñera, jajaja. Obviamente eso no tendría nada de malo y supongo que entre los vecinos de Chicureo el candidato de la Alianza arrasa pero
el Gatti que me interesa es el que escuché en aquellos años y que compuso hermosas canciones que podrán tocar en guitarra gracias a este cancionero. Vienen varias de las que más me gustaban y que en tiempos de amor adolescente eran propicias para cantárselas a la polola. Mis favoritas en este sentido: "Naoimi" y "Ramita de sauce".
Eduardo Yentzen nos ofrece un artículo sobre el ecologismo y otro sobre nuestro mundo interior. Ambos temas fueron cobrando protagonismo en La Bici de la mano de su director. Por su parte, Ramiro Pizarro nos habla de los jóvenes pobladores que debido a la falta de viviendas terminan en los campamentos. En lo que se refiere a música popular anglosajona, Rotten Sam rememora a Simon y Garfunkel y su recordado concierto en el Central Park de Nueva York.

En literatura, viene un cuento y un fragmento de una novela de Ariel Dorfman, además de una entrevista que le hace Marcelo Maturana a este escritor chileno que entonces vivía su exilio en Estados Unidos.

Por último, Antonio Delaefe nos habla sobre los gitanos y su condición de pueblo transhumante y marginado.

Bueno, está de más recordar que encontrarán también en estas dos revistas las notas de la actualidad cultural y las respectivas historietas de Supercifuentes, quien sigue teniendo fieles admiradores hasta el día de hoy.

Que disfruten estos dos ejemplares de La Bici cuya edición digital me quedó mejor que las primeras que he compartido porque en el último año he adquirido cierta pericia con el Photoshop gracias a mi trabajo con la revista Mampato. Espero que les gusten y doy gracias nuevamente a JF por haberme permitido compartirlas.