Mostrando entradas con la etiqueta Paco Ibañez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Paco Ibañez. Mostrar todas las entradas

martes, 20 de enero de 2009

LA BICICLETA Nº 21 - abril de 1982


Andaluces de Jaén

aceituneros altivos,
decidme en el alma quién,
quién levantó los olivos.
Andaluces de Jaén,
andaluces de Jaén.

No los levantó la nada,
ni el dinero, ni el señor,
sino la tierra callada,
el trabajo y el sudor.

Miguel Hernández


Continúo con la subida de la Bicicleta, esta vez con un número que me gusta mucho y que no había podido subir porque a mi ejemplar un amigo le arrancó las páginas del cancionero cuando se lo presté hace muchísimos años. Afortunadamente encontré una copia en muy buen estado hace poco y puedo ahora compartirla.

Este número salió en el mes de abril de 1982 y costaba la módica suma de $70. Como conté hace tiempo, la revista me la compraba yo con mis ahorros. Desde el verano del año 1981 yo trabajaba en la empresa donde también trabajaba mi papá. Nos contrataban a los hijos de los empleados como reemplazos de verano y nos pagaban $4.000 mensuales. Eran tareas administrativas, bastante tediosas pero era un trabajo de verdad, con horarios, disciplina laboral y todo lo que conlleva la vida laboral de un asalariado. Además, a quienes reemplazábamos ganaban bastante más que esos $4.000 que nos pagaban a nosotros por ser menores de edad. Aunque también habían unos más viejos pues recuerdo a uno que estudiaba ingeniería en la USACH y que también hacía reemplazos ahí durante el verano pero no creo que le pagaran lo mismo que a mí. En todo caso yo creo que eso sería ilegal hoy en día porque hasta me descontaban el 10% de impuesto a la renta mediante una boleta que me daba la empresa el día de pago y como obviamente no había hecho iniciación de actividades, ese impuesto nunca lo recuperé. Tenía 14 años entonces, de manera que difícilmente el Fisco me devolvería algo. Bueno, cuento esto como referencia para lo del precio de la revista. Setenta pesos era algo más que el dinero que me daba mi papá para el colegio. Me daba unos $50 semanales cuando se despedía de mí los lunes al descender yo del metro. Nos íbamos juntos y él me pasaba unas monedas para mis gastos durante la semana. Probablemente La Bicicleta hoy costaría unos $ 1.500 o algo así.

Este número de la Bici trae en el cancionero a uno de mis cantantes favoritos. Lo dije hace tiempo en otro comentario. La música de Paco Ibáñez me llega a la vena. Recuerdo que la primera canción que escuché fue "Andaluces de Jaén" y quedé impresionado con la letra de Miguel Hernández y la música de Paco. Realmente me conmovió. Si quieren escuchar al gran Paco Ibáñez, pueden descargar su discografía en este enlace. Les recomiendo el concierto en el Olympia de Paris. Realmente memorable. Además, les dejo dos vídeos de Paco. Uno en el que toca la hermosa "Andaluces de Jaén" y otro en que interpreta "A galopar", de Rafael Alberti, quien también aparece en el vídeo y da lectura a este hermoso poema, seguido de la interpretación de Paco.

Paco Ibáñez - Andaluces de Jaén



Paco Ibáñez con Rafael Alberti - A galopar


El otro cantante que aparece en este cancionero es Víctor Manuel, a quien ya he comentado en un anterior número de la revista. No es un músico por el que sienta especial atracción. Más bien forma parte del soundtrack de mi vida porque lo escuchaba como parte de lo que emitía la radio y porque era un cantante de izquierdas, como dicen en España, de modo que culturalmente formaba parte de mi entorno. De todas formas, les dejo un vídeo de una de las canciones que más se escucharon en su momento y cuyos acordes aparecen en el cancionero.

Víctor Manuel - Sólo pienso en ti


En poesía, esta vez vienen poemas en la onda ecologista. La selección incluye una suerte de ensayo de Luis Oyarzún y poemas de Pablo Neruda y Nicanor Parra. Este último ha sido un declarado militante de la causa ecologista.

Álvaro Godoy nos ofrece una entrevista a Eduardo Gatti, quien comenzaba su carrera como solista con canciones que ya entonces eran bastante populares. Recuerdo haberle leído una entrevista en que decía que su mayor logro en esos años había sido poder vivir de la música. Hoy seguramente ya no es así.

Un artículo muy curioso es el de Antonio De la Fuente sobre el jipismo. Siempre he tenido la impresión de que La Bicicleta era una revista hecha por un grupo de nostálgicos del movimiento hippie (o jipi, como prefiere escribirlo La Bici) y al menos durante estos primeros años de la revista, eso significó varios guiños y concesiones a la cultura jipi chilensis. Recuerden al ofuscado lector que en una oportunidad les recriminó sus prejuicios jipis que les impedían abrirse a otras expresiones culturales, como el punk. En fin, discusiones más o discusiones menos, aquí viene un artículo escrito justamente en tono nostálgico. Nostalgia que los lleva a lamentar que en esos años el rock contestatario fuera reemplazado por la música comercial y hecha en serie; que los espacios abiertos fueran reemplazados por las discotecas; las plazas por los flippers; las drogas blandas por las duras; Hendrix por Travolta; Marcuse por Milton Friedman y los jipis por los punks. Eso sí, el artículo finaliza con un dejo de esperanza, toda vez que los valores del jipismo cree verlos proyectados en el presente. En fin, en la misma Bicicleta recuerdo haber leído en una oportunidad que las generaciones que viven recordando tiempos mejores son generaciones fracasadas. Algo de esto puede haber entre tanta nostalgia jipi.

En la misma línea, Eduardo Yentzen entrevista a jóvenes del 82 y jóvenes del 68, haciendo un contrapunto entre esas dos generaciones. También es un interesante artículo. Ah, los dibujos que acompañan ambos artículos y que me he permitido reproducir aquí son de Nacho Reyes, uno de los dibujantes de La Bicicleta.

El propio Yentzen es el autor de un artículo sobre la sicología. Ya comenté hace tiempo que ese gustillo de Yentzen por la sicología me resultaba poco atractivo. Nada personal con Eduardo, por cierto, sino más bien escepticismo por salidas como las que parecía ofrecer ese giro espiritualista y psicologista que algunos le daban al modo de aproximarse a la realidad de aquellos años. En esta ocasión, Yentzen entrevista a tres connotados jóvenes psicólogos: Andrea Miranda, Carmen Hales y Eduardo Llanos. A la primera no la conozco pero la segunda es la conocida hermana de Jaime Hales que fuera secuestrada por la CNI en esos años; y Eduardo Llanos es un sicólogo y poeta relativamente conocido que, de acuerdo a algunos que sí dicen conocerlo, es simplemente un megalómano.

Ya, el resto son las notas sobre actividades culturales y la historieta de Supercifuentes, quien en esta ocasión se hace eco del bullado tema del sicópata de Viña. Recuerden dejar sus comentarios y sugerencias y espero que disfruten este nuevo número de nuestra querida Bicicleta.

DESCARGAR LA BICICLETA Nº 21 (desde Rapidshare)
DESCARGAR LA BICICLETA Nº 21 (desde Mediafire)

martes, 23 de octubre de 2007

LA BICICLETA Nº 18 - diciembre de 1981


Frágil como un volantín

En los techos de Barrancas
Jugaba el niño Luchín
Con sus manitos moradas.

Si hay niños como Luchín
Que comen tierra y gusanos
Abramos todas las jaulas
Pa' que vuelen como pájaros.

(Víctor Jara)

El número 18 de la Bicicleta, que apareció en el mes de diciembre del 81, nos trae un cancionero dedicado a algunas de las más hermosas canciones infantiles. La Navidad de ese año sería la razón para incluir no sólo música sino también literatura infantil en aquel número de la revista. Álvaro Godoy es el autor de la nota sobre el cancionero infantil y, como siempre, el responsable de los acordes de las canciones que acompañan el artículo. Hace un repaso de cómo el tema infantil ha estado presente en la canción popular, tanto teniendo a los niños como exponentes del canto popular como teniéndolos de protagonistas del mismo. Fuera de algunas canciones infantiles tradicionales, el cancionero incluye temas de Joan Manuel Serrat, de Isabel y de Ángel Parra, de Daniel Viglietti, de Paco Ibáñez, de Eduardo Peralta, de Silvio Rodríguez, de Víctor Jara y de las ya entonces conocidas Mazapan.

En la creación literaria, se incluye el cuento de Saul Schkolnik "¿Por qué la murtilla tiene una corona?". Saul es uno de los más prolíficos escritores de literatura infantil chilena y quienes tengan niños en edad escolar sabrán que más de algún libro suyo lo han debido leer sus hijos en el colegio.

También se incluye el aporte de algunos niños en dibujo y poesía. Por cierto, los niños cuyas publicaciones acompañan este número de la revista no eran niños de escuelitas rurales o escuelitas públicas, de las muchas que había en Chile entonces sino que de colegios "alternativos", como lo eran el Colegio Latinoamericano de Integración y el Francisco de Miranda, cuyos padres seguramente eran intelectuales y profesionales ilustrados y en cuyas casas los libros eran habituales. Bonito habría sido también disfrutar de la imaginación de niños del mundo popular. Haber podido leer lo que nos tenía que contar ese Luchín del que habla la canción de Víctor. Pero la inercia social siempre resulta ser más fuerte que los deseos.

Otro artículo firmado por Álvaro Godoy -quien a estas alturas debe haber sido algo así como uno de los primeros trabajadores polivalentes que hubo en Chile- aborda el tema del gusto musical de los jóvenes chilenos de esos años. A propósito de un reportaje del siempre mentiroso El Mercurio, que señalaba que entre los jóvenes de "sectores acomodados" se prefería escuchar a Silvio Rodríguez y Violeta Parra en lugar de los cantantes que eran número fijo en los medios de comunicación esos años, La Bicicleta se aventuró a indagar entre los jóvenes qué había de cierto en tal cosa. Y así es como Álvaro se adentra en el gusto musical de los jóvenes de entonces a partir de consultas varias con jóvenes variopintos de las universidades de Chile y Católica y de los liceos A-10, 24, Gabriela Mistral y del patrocinio San José. Por cierto, no parece haber sido una encuesta técnicamente muy pulcra pero al menos sirve de excusa para hablar sobre cómo el gusto en materia musical parecía ir contra lo que imponían los medios oficialistas en esos años. Así, el rock progresivo y la Nueva Trova concentraban las preferencias; aunque también había quienes preferían a un Lucho Barrios o a un Salvatore Adamo. En el artículo se muestra una tabla con las frecuencias relativas de las preferencias de los jóvenes entrevistados y llama la atención que el primer lugar lo ocupan Los Jaivas y el último, Olivia Newton John. Una vez más, vale la pena leer el artículo porque permite formarse alguna idea de ese Chile que parece tan lejano.

Este número de La Bicicleta incluye también un artículo sobre una Escuela de Verano organizada en la ciudad holandesa de Rotterdam por el Instituto para el Nuevo Chile; una de las tantas iniciativas de los chilenos en el exilio.

También se incluye una entrevista al conocido dramaturgo y documentalista chileno -además de sociólogo- David Benavente; quien habla sobre las condiciones que entonces ofrecía Chile para la producción cultural.

Antonio De la Fuente nos ofrece un reportaje al arte callejero, con una entrevista al colectivo El Teuco, del que formaron parte Andrés Pérez, Álvaro Hoppe (el célebre fotógrafo), Renèe Ivonne Figueroa (quien además las oficiaba de cantante, si mi memoria no me falla), y varios otros. Dicho colectivo realizaba teatro callejero. Además, Antonio "Delaefe" se lanzó a la calle a entrevistar a cuanto cantor popular encontró en el centro de Santiago, entre los que sobresale el conocido payador Santos Rubio, a quien escuché en alguna oportunidad junto a Pedro Yáñez. También se incluye una entrevista a Manolo, un niño de 7 años que las oficiaba de artista callejero en calles y micros en el Santiago de comienzos de los ochenta. Indudablemente, Manolo parece no haber tenido tiempo de poder deleitarnos con hermosos cuentos y dibujos como los de esos niños del Francisco de Miranda o del Latino. Me pregunto qué habrá sido de él y en qué estará hoy ese Manolo a sus 34 años. No cuesta mucho imaginar que la poesía no debe haber sido lo suyo y que niños como él, niños como Luchín, siguen esperando poder volar en libertad.

Como siempre, las múltiples noticias sobre la cultura y el arte nos informan de actividades organizadas por la Sociedad de Escritores de Chile; una antología de Gonzalo Rojas publicada en México; un nuevo festival de la ACU; la visita de un artista plástico francés que trabajó una serigrafía de Neruda; una visita de la compañía teatral ICTUS para presentar su trabajo en Europa; una prohibición de circulación, emanada del ministerio del interior, para un libro de Oscar Hahn, con ilustraciones de Mario Toral. Imagino que a Sergio Fernández, o a quien fuera, la poesía de Hahn le caía mal al estómago o algo así.

También viene una nota sobre la muerte del conocido trovador francés George Brassens, de origen obrero y que hizo uso de la poesía y la música para reírse del poder y reivindicar los valores universales del humanismo.

Por último, el siempre justiciero Supercifuentes lucha esta vez contra la señora "Recesión" y, como siempre, termina metiendo las patas y encerrado en una celda.

Bueno, espero que disfruten de este nuevo número de La Bicicleta y recuerden dejar sus comentarios, sugerencias y colaboraciones. Siempre serán bienvenidas.

DESCARGAR LA BICICLETA Nº 18 (desde Rapidshare)
DESCARGAR LA BICICLETA Nº 18 (desde Mediafire)