Estimados visitantes del blog, lamento haber tenido prácticamente abandonado este espacio por casi dos meses. Pensé que el comienzo del año sería mejor de lo que esperaba en términos de poder disponer de tiempo para esto pero no fue así. De a poco trataré de apurar el tranco y así tener lo antes posible toda la colección digitalizada. Para los que han pedido los especiales de Víctor Jara y otros números de mucho interés, les pido tener algo de paciencia. Mi idea es ir subiéndolos en orden de publicación y por eso habrá que esperar un poco.
Pero bueno, gracias a la colaboración de Tonia, puedo compartir el número 29 pues ella digitalizó las tapas de su ejemplar debido a que las mías estaban rotas. Gracias a ella por la yuda brindada y la buena disposición a colaborar con esta iniciativa.
Este número de La Bicicleta se publicó en diciembre de 1982. Un año que culminaba con los priemros intentos de articular una resistencia activa frente al régimen dictatorial. Recuerdo que aquel septiembre de 1982 se nos pidió enchufar cuanto aparato eléctrico tuviéramos a mano porque con eso haríamos saltar el sistema eléctrico del país y provocar un apagón. Bueno, no pasó eso pero al menos las ganas de hacer cosas se empezaban a manifestar más abiertamente. También la "Marcha del hambre" fue un anticipo de lo que se vendría el año 1983.
Este número de La Bicicleta trae como cancionero y entrevista central a una de mis bandas preferidas: Los Jaivas. Esta vez, a propósito del enorme éxito que suscitó su regreso a Chile y que repercutió en una verdadera moda al punto que el hasta entonces alternativo y marginal Canto Nuevo llegó a ocupar espacio en los medios de comunicación en plena dictadura. Recuerdo perfectamente la vez que tocó Santiago del Nuevo Extremo en Sábados Gigantes. Lo mismo ocurrió con Eduardo Peralta. No creo haberlo soñado ni imaginado sino que en verdad fueron invitados a tocar en el popular programa de Don Francisco. Por cierto, cantantes como Oscar Andrade tenían allí un espacio bastante consolidado.
Bueno, a propósito de este fenómeno que produjo el estilo Jaivas, fue tanto el impacto que provocó que llevó incluso a bandas rockeras de tomo y lomo a modificar su estilo a un sonido más "jaiva", como sucedió con los ex-Sol de Medianoche y rebautizados en esos años como Sol y Medianoche. No sólo cambió el sonido por la voz de Soledad Domínguez como vocalista sino porque comenzaron con esa mezcla de folclor y rock que años después también popularizarían bandas como Divididos en Argentina. Puedo estar equivocado si afirmo que ese cambio fue consecuencia del fenómeno que generaron Los Jaivas, pero al menos tengo claro el recuerdo de haber visto a Sol de Medianoche en el Teatro Caupolicán tocando su emblemático "Querida mamá" y tiempo después haber visto a Sol y Medianoche interpretando a Violeta Parra en formato rock.
A tanto llegaría la influencia de Los Jaivas y la moda que generaron en esos años en Chile que hasta al popero imitador de Michael Jackson (me refiero a Juan Antonio Labra), le dio con sacar un disco en onda "jaiva". Si hasta lo pasaron por la radio en esos años con su mensaje de hermandad latinoamericana y toda esa onda medio telúrica que Los Jaivas representaban tan bien y que en este cantante sonaba muy poco creíble.
Sobre este fenómeno escribió en esta oportunidad Álvaro Godoy. Como siempre, muy buen observador de la realidad musical de nuestro país en aquellos años. Respecto al cancionero, trae canciones de varios discos pero, en mi opinión, lo más valioso se encuentra en que incluye los acordes de algunas de canciones de Los Jaivas que éstos no solían tocar en esos años. Es el caso de "Ayer caché" y de "Indio hermano". Ambas son del disco conocido como "La ventana" y además de ser hermosas canciones, representaban muy bien el espíritu jaiviano. De hecho, "Indio hermano" fue una canción autocensurada en esa primera gira de Los Jaivas en Chile. Ellos mismos reconocieron que no la tocaron en sus conciertos porque habría sido como ser maleducado con el dueño de casa. Por cierto, el "dueño de casa" al que se referían era el dictador.
Además de Los Jaivas, en este número viene un artículo del mismo Álvaro Godoy sobre el encuentro que organizara La Bicicleta en El café del cerro con ocasión del lanzamiento del especial en tres volúmenes que editó sobre la vida y obra de Violeta Parra, y que ya fueron publicados en este blog hace unos meses.
Por el lado de la narrativa, este número trae un relato del escritor argentino Eduardo Gudiño Kieffer (1935-2002) que evoca lo delirante del show televisivo que se montaba ya entonces en el marco de la campaña Teleton. Justamente a propósito de ésta es que La Bicicleta incluyó este relato.
Por otro lado, viene una crónica sobre Gabriel García Márquez quien recibió ese año de 1982 el Premio Nobel de Literatura. En el artículo escrito por Antonio De la Fuente se describe la trayectoria biográfica y literaria de este gran escritor colombiano.
En este número viene también un reportaje a la juventud universitaria de entonces. Estamos hablando de fines del año 1982, cuando recién el movimiento popular comenzaba a recuperarse del golpe asestado por la dictadura y cuando aún los centros de alumnos no eran elegidos democráticamente. Poco a poco el movimiento estudiantil comenzaba a organizarse y Eduardo Yentzen abordó este tema mediante una "periodística encuesta" entre estudiantes de las universidades Católica y De Chile. De lo que se desprende de las respuestas y opiniones de los estudiantes de entonces, bien poco se podía esperar en términos de respuesta del movimiento estudiantil. Al menos cuando lo leí aquella vez me pareció que los estudiantes entrevistados respondían al modelo de estudiante "apolítico" que tanto quiso imponer la dictadura. Aunque también aparecen aquellos más sensibilizados con la realidad de entonces, la que incluía hechos atroces como fue el caso ocurrido con el secuestro de la estudiante Marcela Palma en ese 1982 y el secuestro y posterior muerte (producto de las torturas sufridas) del estudiante de periodismo Eduardo Jara, hecho ocurrido a fines de 1980.
Por último, este número de La Bicicleta trae un reportaje de Pedro Armendáriz sobre las jornadas estudiantiles de sicología que se realizaron en ese año en el Campus La Reina de la Universidad de Chile. El mismo lugar en el que hoy funciona la Municipalidad de La Reina y que entonces era un apacible campus universitario rodeado aún de la naturaleza precordillerana. A los que les tocó estudiar allá o tener que ir a pedir algún certificado u otro menester semejante, recordarán lo que costaba llegar en micro hasta ese lugar. Bueno, en verdad la liebre Tobalaba-Las Rejas apenas llegaba hasta la Villa La Reina y de ahí, a pata no más hasta la Facultad. Al menos el sonido de los pajaritos a uno lo hacía sentir como si estuviera en el campo. Pero me estoy desviando. El tema es que en este artículo se pasa revista a lo que fueron esas jornadas estudiantiles y lo relevante del tema de la relación entre individuo y sociedad.
Lo demás corresponde a las habituales noticias de la actividad cultural y artística de entonces, la aventura de mi héroe Supercifuentes y los comentarios de los cassettes editados en aquellos días. Eso sí. En este número se incluye la noticia de la muerte de uno de los mayores filósofos que ha tenido este país. El gran Jorge Millas, de quien recuerdo haber leído su "Idea y defensa de la universidad".
Espero que disfruten este número y haré todo lo que pueda para tener lo antes posible más números de nuestra querida y añorada revista.
3 comentarios:
llamado a la solidaridad en mi blog!
Necesito información sobre la marcha del hambre, te la agradeceria mucho.
deasko@gmail.com
Esta revista nunca la tuve y con mayor razón hay que leerla. Muchas gracias.
Saludos
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