domingo, 30 de septiembre de 2007

LA BICICLETA Nº 15 - septiembre de 1981

Este nuevo número de La Bicicleta nos trae como tema central y cancionero, las músicas de Chiloé. Incluye desde algunas de las más conocidas y tradicionales canciones chilotas hasta algunas más innovadoras, como es el caso de la canción de Richard Rojas con la que Santiago del Nuevo Extremo ganó el Festival Internacional de Viña del Mar en la parte folclórica. Como siempre, vienen con los acordes que elabora Álvaro Godoy para ser tocadas en guitarra. Si quieren escuchar algunas de estas hermosas canciones y otras más de la isla grande de Chiloé, pueden descargar el siguiente disco que compilé especialmente para esta ocasión: Música de Chiloé. Espero que les guste. Incluye los siguientes temas: El rin (Chagual); El curanto, Cueca larga chilota, Dicen que las heladas, El chocolate, El lobo chilote, El tornado, Para bailar segrilla (todas ellas interpretadas por Héctor Pavez); La pericona se ha muerto (Isabel y Angel Parra); Mi abuela bailó sirilla, Mocito que vas remando (Rolando Alarcón); Según el favor del viento (Violeta Parra) y Linda la minga (Santiago del Nuevo Extremo).

También viene en este número el cuento con que Mariana Callejas resultó premiada en el concurso de cuento organizado por La Bicicleta y cuya polémica comenté en relación al anterior número de la revista. El cuento se titula "Jess Abraham Jones" y formaría parte de una compilación de cuentos que escribiera en Santiago y Nueva York. Podrán ustedes mismos evaluar el mérito literario de esta escritora.

En la Feria del libro de Madrid de ese año de 1981, se expuso la obra de cuatro escritores chilenos: José Donoso, Jorge Edwards, Mauricio Wacquez y Miguel Vicuña, sobre lo cual viene una crónica de Radomiro Spotorno. Muy interesante, por cierto.

También viene una entrevista exclusiva que La Bicicleta le realizó a Silvio Rodríguez en Barcelona a través de los colaboradores Patricio Krebs y Juan Ignacio Corces. En ella Silvio habla de La Bicicleta y el célebre cancionero que le dedicara la revista en su número 9, así como de sus composiciones y mucho más.

Un artículo de Eduardo Yentzen sobre el consumismo nos plantea uno de los fenómenos que más repercusión tuvo en esos años. Cabe recordar que desde fines de los setenta se vivía en Chile un boom económico que en el marco del modelo neoliberal implementado desde mediados de esa década permitió la ampliación del consumo, especialmente en los sectores medios, de cuanta mercancía importada llegaba desde Taiwan y otros países (basta ver las peculiares mercancías que en sus aventuras intenta vender Supercifuentes, en su condición de cesante crónico y vendedor ambulante de oficio: espiroquetas y espifurnias taiwanesas, tazas taiwanesas de porcelana con oreja oblicua y otras tonteras igual de inservibles). Con un tipo de cambio que aún se mantenía bajo, la adquisición de televisores en color, radiocassettes y otros bienes por el estilo experimentó un crecimiento que llevó a muchos a una interesante reflexión sobre los aspectos económicos, sociales y culturales de este boom del consumo. Así, Yentzen ofrece en este número de la revista un artículo que plantea la paradoja del consumidor chileno de clase media, que manifestaba por un lado cierto pudor al consumir estos nuevos bienes y por otro, un cierto orgullo en el hecho de hacerlo. Yentzen recurre a dos artículos aparecidos en la revista Proposiciones ese año. El primero es del conocido antropólogo José Bengoa y se titula "Pan y baratijas" y lo pueden bajar de aquí. El otro es del economista Gonzalo Martner (hijo) y se titula "Notas sobre el problema del consumismo". También pueden leerlo descargándolo aquí.

El tema que aborda Yentzen es muy relevante para entender el tipo de transformaciones que experimentó la sociedad chilena durante esos años y cuyas consecuencias se proyectan hasta hoy. Hasta entonces la clase media chilena se había consolidado a partir de ciertos valores bien conocidos: austeridad, decencia, sobriedad, honradez, esfuerzo; y había encontrado en la educación y el empleo público su principal soporte. Pero a partir de la desestructuración que experimenta el modelo de desarrollo chileno con la entrada en vigencia del neoliberalismo, esas condiciones que hicieron posible el crecimiento de los sectores medios en Chile, comenzaron también a cambiar. De allí que el consumo apareciera entonces como un espacio propicio para la constitución de nuevos actores y clases. Es interesante la discusión respecto a las consecuencias sociales, políticas y culturales de esta articulación social en base al consumo. Una de las tesis más conocidas al respecto es la del sociólogo francés Jean Baudrillard quien sostuvo que el consumo operaba una transformación en los objetos desde su condición de valores de uso a su condición de valores signos. Vale decir, más que consumir bienes útiles para satisfacer necesidades, estos nuevos sectores emergentes consumían objetos que eran utilizados como signos de distinción , de prestigio o de status, sin una relación con la satisfacción de necesidades propiamente tal. Pueden leer el artículo "Función signo y lógica de clase", en el que el sociólogo francés aborda este tema descargándolo aquí.
Sabemos cuánto ha sucedido desde entonces en Chile y cómo el consumo hoy parece ser para muchos chilenos una actividad significativa en sí misma y por eso resulta interesante releer este artículo escrito en esa primavera del 81.

Incluye también este nuevo número de La Bicicleta una divertida guía para quienes desean entrar al Jet Set. Fue escrita por el colaborador Manuel Silva, bajo el seudónimo de Rudecindo Cox. Léanla no sólo porque es en sí divertida sino porque también es una forma de aproximarse a ese Chile que a comienzos de los ochenta se creía el cuento del éxito. Claro que no le duraría mucho, como lo indicaban ya algunos signos inequívocos de su fragilidad, como fue el famoso caso de la quiebra de la industria CRAV.

Finalmente, no podía faltar la aventura de Supercifuentes y la sección de noticias culturales. En esta última se informa sobre un ciclo de cine chileno que se realizó a comienzos de ese año en el cine Bandera (hoy desaparecido) y que entusiasmaron al canal 11 de televisión para emitirlas. También se hace referencia a la visita que hicieran Los Jaivas a Chile luego de haber abandonado el país a fines de 1973, primero a Argentina y luego a Francia. Los Jaivas vinieron en agosto de 1981 y dieron importantes conciertos en Santiago y varias ciudades del sur y del norte del país. Los memorables conciertos en el Teatro Caupolican fueron para no olvidarlos jamás. Yo tenía catorce años y fue la primera vez que asistí a un concierto de esa envergadura. Hasta entonces sólo había ido a peñas y recitales en recintos pequeños pero nunca a algo como eso y menos había sido testigo de la energía desplegada por Los Jaivas en el escenario. Como toda primera vez, nunca se olvida. Si quieren conocer cómo fue ese apoteósico concierto de uno de mis grupos favoritos, les invito a descargar ese concierto desde el blog "En busca del tiempo perdido" mediante este enlace. Cabe decir que el concierto se escucha increíblemente bien.

Bueno, espero que disfruten de la revista y el material adicional. Y como siempre, sus comentarios, sugerencias y colaboraciones serán bienvenidas.

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4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola... primero felicitar a los que corresponda por tan noble trabajo... les quiero comentar que a este especial le faltan las páginas 24 y 25...
saludos y ojalá aparezcan todas las bicis...

Anónimo dijo...

Hola... primero felicitar a los que corresponda por tan noble trabajo... les quiero comentar que a este especial le faltan las páginas 24 y 25...
saludos y ojalá aparezcan todas las bicis...

carloscorderoa dijo...

amigos jaivas les solicito ayudarme con estos archivos escenciales para mi ya que perdi los cassettes donde los atesore por años,no he podido descargarlos no se que pasa con el sitio si algun alma caritativa me los pudiera mandar seria genial mi direccion es carloscorderoa@yahoo.es de antemano gracias totales

Gastón Adonay dijo...

Gracias por este gran aporte.

Saludos